jueves, 13 de agosto de 2009

Fermental (Julio 2009)

Christian Burges


¿Los problemas nos tienen a nosotros o nosotros tenemos a los problemas?

¿Qué problemas nos tienen?

¿Es ventajosa la posibilidad de generar preguntas?

¿Las preguntas nos desatan o nos atan?

¿Es el problema en sí el que nos hace preguntar?

¿Es posible dar vueltas y vueltas para acceder a las respuestas?

¿Simplicidad vs complejidad?

¿Cuándo pregunto, ¿ mi problema pasa a ser problema del otro?

¿Por qué preguntamos?

¿Hay tiempo para los problemas?

¿Por qué preguntamos?

¿Qué lugar ocupan los otros para procesar los problemas?

¿Cuándo la pregunta es pregunta y no mera retórica?

¿Cuándo la pregunta busca realmente una respuesta y ella misma no es la respuesta?

¿Cuándo la pregunta va hacia el otro y no meramente el otro es una simple caja de resonancia de mi pregunta?

¿Preguntar y responder no terminan siendo círculos concéntricos?

Tomarse los problemas en serio, ¿es condición necesaria para que tal problema nos afecte o puede existir otro modo para conectarnos con ellos?

¿Qué es preguntarse por la pregunta?

¿La seguridad puede transformarse en un problema?

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